Los Castro lanzan otra ola de represión contra la disidencia

La represión en Cuba continúa, y en España María Jesús Arsuaga diciendo que: Se quejan de vicio. Es un sitio modesto, pero disponen de todas las condiciones básicas para vivir: comida, cama, medicamentos, habitaciones, agua. Un bien de primera necesidad que se ha convertido ya en un lujo para muchos españoles.




«No habrá impunidad para los enemigos de la patria». La amenazadora frase pronunciada por Raúl Castro ante la Asamblea Nacional el pasado 1 de agosto apareció poco después en las pantallas de los móviles de varios conocidos opositores de la provincia de Holguín.

Era la confirmación de que el régimen castrista no se iba a quedar de brazos cruzados tras haber tenido que transigir con la excarcelación de los 52 presos que quedaban en sus cárceles desde la «Primavera Negra» de 2003.

Era una advertencia en toda regla a la oposición. Ese mismo domingo, la Policía política castrista, apoyada por turbas civiles e incluso unidades militares «especiales», comenzaba el acoso a los disidentes agrupados en la Alianza Democrática Oriental (ADO) aprovechando la convocatoria de una marcha de apoyo a Reina Luisa Tamayo, la madre de Orlando Zapata, que debía finalizar en su casa de Banes.

Uno los receptores de ese mensaje, Luis Felipe Rojas, tuvo claro desde el principio que el número desconocido que aparecía en su teléfono pertenecía a la Seguridad del Estado. Luego se lo confirmaron, como comenta a La Razón en una conversación telefónica: «Un agente me dijo que, a partir del discurso de Castro, "tenemos vía libre para hacer lo que queramos", es decir una especie de patente de corso para reprimir a quienes sólo reclamamos libertad».

Y la Policía cumplió su palabra. En los cuatro días que ha durado esta nueva ola de represión fueron detenidas 28 personas en las provincias del Oriente cubano, además de otras nueve en La Habana y un número indeterminado de activistas del Movimiento Opositores por una Nueva República. Todos ellos fueron puestos en libertad paulatinamente, un «modus operandi» habitual de la dictadura castrista, según confirmó a LA RAZÓN el coordinador de ADO, Rolando Rodríguez Lobaina. «Hubo detenciones arbitrarias, reclusiones domiciliarias, golpizas», afirma mientras señala que uno de los detenidos, Omar Wilson Estévez, está hospitalizado, aunque se desconocen los motivos. «Lo peor», añade, «es que esto irá a más, pero no pensamos dejar de reclamar libertad».

«Cruzar las alambradas», un blog hecho desde Holguín para que nadie olvide

Las imágenes de la constante represión contra la disidencia hablan por sí solas. Luis Felipe Rojas es otro de los jóvenes «blogueros» cubanos que aprovecha para documentar las brutales palizas y las torturas a las que son sometidos todos aquellos que osan disentir de la gerontocracia cubana.

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